Una etapa fundamental dentro de nuestra metodología de formación, donde acompañamos al jugador en la transición clave entre la escuela de tenis recreativa y sus primeras experiencias dentro del mundo competitivo. Este período no solo implica un cambio de entorno y exigencia, sino también la construcción de una base sólida que le permita afrontar con confianza y herramientas adecuadas los desafíos de la competencia formal.
Nos basamos en tres pilares fundamentales que organizan esta fase: Evolutiva, donde respetamos los tiempos de desarrollo individual del jugador, potenciando sus habilidades sin apresurar procesos. Madurativa, enfocada en el crecimiento emocional, la toma de decisiones y la construcción de hábitos saludables. Inicio del rendimiento, donde el foco comienza a orientarse hacia la mejora del desempeño, siempre priorizando la formación integral sobre el resultado inmediato. Este proceso tiene como objetivo último generar una identidad de juego y una actitud competitiva sana, que con el tiempo le permitirá al jugador alcanzar logros deportivos reales y sostenibles.
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Personalized financial planning is a holistic approach to managing one's finances.
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Profundizamos en la técnica de los golpes básicos y comenzamos a incorporar variantes tácticas. Se trabaja sobre la calidad del impacto, los desplazamientos, las trayectorias y el control del ritmo para sentar las bases de un juego completo y eficiente.
Introducimos nociones fundamentales de preparación física específicas del tenis, como la coordinación, la agilidad, la fuerza relativa y el equilibrio. Además, comenzamos a formar una rutina de entrenamiento que promueva la conciencia corporal y prevenga lesiones.
Trabajamos activamente la tolerancia a la frustración, construimos autoestima desde la experiencia y el reconocimiento del progreso, e incorporamos el valor del esfuerzo como una fuente interna de motivación. Buscamos que el jugador aprenda a afrontar los desafíos con una mentalidad positiva y resiliente.
En esta etapa formativa reforzamos los valores que consideramos esenciales para la competencia y la vida: respeto, humildad, disciplina, compromiso y compañerismo. También enseñamos a manejar la presión en situaciones desafiantes, promoviendo la responsabilidad emocional y el autocontrol.
Acompañamos al jugador en sus primeros torneos, guiándolo en la preparación previa, la gestión durante el partido y la reflexión posterior. El objetivo no es el resultado, sino aprender a competir: desarrollar rutinas mentales, entender el juego del oponente, regular emociones y valorar la experiencia.